El mantenimiento de las piscinas es primordial para poder utilizarlas en verano con total tranquilidad. El agua debe estar limpia, cumplir con una serie de criterios de higiene y la piscina no debe presentar protuberancias ni desperfectos que puedan perjudicar a los bañistas.

En cuanto a las medidas de higiene, el uso de químicos es muy habitual y uno de los más empleados es el sulfato de aluminio en piscinas de toda clase. Pero, ¿para qué sirve exactamente este elemento? ¿Cómo interactúa en el agua? ¿Es necesario añadirlo? Y, ¿qué hay del sulfato de cobre para piscinas? ¿Es igualmente necesario?

¿Para qué sirve el sulfato de aluminio?

Es uno de los elementos más empleados en las labores de mantenimiento de una piscina y su acción higienizante es tremendamente potente. Pero, ¿para qué sirve exactamente el sulfato de aluminio en la piscina? Su uso está muy extendido precisamente por ser extremadamente eficaz cuando entra en contacto con el agua, gracias a un proceso conocido como coagulación.

El sulfato de aluminio lo que hace es neutralizar la carga de los coloides presentes en el agua y produce su precipitación. ¿Por qué es tan útil esto en la práctica? Porque es una manera de solidificar los residuos, haciendo que estos se queden en el fondo del agua, separando los residuos del resto del agua limpia.

Esto permite retirar la suciedad con una facilidad mucho mayor, al depositarse en el fondo y permitir que se pueda separar toda la mugre acumulada en el agua en poco tiempo. Y es que, cuando el pH del agua es mayor a 7, el aluminio se precipita al fondo de la piscina, arrastrando la suciedad y haciendo que el agua vuelva a verse transparente.

Ahora bien, es importante ajustar las dosis que se usen de sulfato de aluminio para limpiar las piscinas. Una cantidad demasiado baja hará ineficaz este compuesto, mientras que si echamos demasiado quedarán restos de este elemento en el agua y hará que el baño no sea del todo agradable.

Normalmente, el uso de sulfato de aluminio en piscinas está muy generalizado, pero no siempre se echa la misma dosis de compuesto. Y es que no solo dependerá de la capacidad de la piscina, sino del estado del agua y de la cantidad de suciedad que contenga. Una buena manera de determinar qué clase de elementos mugrientos contiene es fijarse en el color del agua.

Si el agua presenta una coloración verdosa o amarillenta, lo más normal es que tenga algas o materia orgánica en suspensión. Por lo general, en estos casos se echa un kilo de sulfato de aluminio por cada 100 metros cúbicos de agua.

Si el agua presenta una coloración negruzca o similar a un tono café, es probable que presente cantidades excesivas de manganeso o hierro. En estos casos, hay que aplicar 10 gramos por cada metro cúbico de agua.

Y, si el agua está turbia, únicamente habría que espolvorear 10 gramos de sulfato de aluminio por cada metro cúbico de agua, y esperar unas dos horas hasta que toda la suciedad quede depositada en el fondo.

¿Cuál es la función del sulfato de cobre?

Seguro que, si te has interesado por cuestiones relacionadas con el mantenimiento de una piscina, hayas oído hablar de compuestos alguicidas. ¿Para qué sirve el alguicida en la piscina? Precisamente para acabar con las algas que se hayan podido formar.

No hay que olvidar que el agua de una piscina es agua estancada y, por tanto, si presenta unas condiciones de higiene deficientes, empezará a tener lugar el proceso natural que siempre se produce cuando hay agua estancada y no se higieniza.

Aparecen algas, microorganismos vivos y puede incluso que aparezcan renacuajos, que se alimentan de materia orgánica en suspensión. Por eso, es importante emplear compuestos como el que nos ocupa. Pero, ¿para qué es el sulfato de cobre que se emplea en las piscinas?

El sulfato de cobre es uno de los mejores y más eficaces alguicidas, ya que impide que se desarrollen microorganismos y algas en el agua, impidiendo que aparezcan insectos y que el agua acabe adquiriendo un denso color verde. Es importante el uso de cloro, así como del sulfato de cobre, para impedir que el agua de la piscina presente este aspecto insalubre.

Si tienes dudas acerca de cómo se ha de utilizar el sulfato de cobre en la piscina que tienes en el chalet o la casa del pueblo, has de saber que no es muy complicado. Al igual que ocurre con el sulfato de aluminio y el resto de productos pensados para higienizar las piscinas, la clave está en las proporciones, que variarán en función de las dimensiones de la piscina y del estado en el que se encuentre el agua.

¿Qué cantidad de sulfato de cobre se ha de utilizar para una piscina? Como decimos, depende. Porque no es lo mismo un agua que empiece a presentar síntomas leves de insalubridad que otra que necesite un tratamiento de choque.

Si hablamos de una preparación de cara al verano, lo normal es emplear entre cinco y diez gramos por metro cúbico. Teniendo en cuenta que un metro cúbico son mil litros, una piscina de unos 100 metros cúbicos podría necesitar entre medio kilo y un kilo de sulfato de cobre. Esa es la medida de referencia que tienes que tener presente.

La aplicación del sulfato de cobre es muy fácil. Tan solo hay que disolver el producto en una pequeña cantidad de agua, y distribuir de manera homogénea por toda la superficie. Más fácil, imposible.

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