Cuando termina la temporada de verano y dejamos de usar la piscina porque no apetece bañarse debido a que las temperaturas ya no son agradables, nos preguntamos qué hacer con la piscina. Lo primero que tal vez se nos pase por la cabeza tal vez sea, por lógica, vaciar la piscina, ya que no la utilizamos durante bastantes meses una vez se termina la época estival.

Sin embargo, puede que esto, dependiendo de la ocasión, no sea buena idea para el mantenimiento de la estructura de la piscina. Surge así el dilema entre vaciar la piscina o cubrirla con una lona para protegerla de los agentes externos, como pueden ser las hojas, pequeñas ramas e incluso insectos que puedan contaminar el agua a lo largo de los meses.

Por eso, en este artículo vamos a hablar sobre si es necesario o no vaciar la piscina durante los meses de invierno. Ya que esta precisa de un mantenimiento para mantener su estructura, pero a la vez puede necesitar una limpieza en seco y aprovechar para reparar algunos desperfectos que vayan apareciendo, como pueden ser las grietas. Existen muchas dudas y aquí las vamos a resolver.

¿Vaciar la piscina en invierno es realmente obligatorio?

Hemos dicho que la lógica parece indicar que es normal y necesario vaciar la piscina en invierno ya que no la usamos. Sin embargo, esto no tiene por qué ser obligatorio, ya que, dependiendo de las circunstancias, será mejor idea cubrirla que vaciarla completamente. De hecho, dejar la piscina vacía puede ocasionar problemas.

¿Es recomendable vaciar la piscina durante el invierno?

Así pues, vaciar la piscina es una opción ideal que se utiliza cuando necesitas limpiar y desinfectar a fondo la piscina y, al mismo tiempo, aprovechas para reparar las grietas y los desperfectos que hayan podido surgir.

Sin embargo, no es algo que se deba hacer todos los años, especialmente si la piscina se encuentra en perfectas condiciones y no necesita ningún tipo de reparación. Además, debes tener en cuenta que el agua dulce es un bien escaso y que debemos aprovecharla al máximo y, a ser posible, que dure para dos o tres temporadas. De esta manera, no sólo ahorramos agua, sino el hecho de tener que realizar un trabajo extra todos los años.

Además, los vaciados no pueden extenderse durante mucho tiempo, ya que, si se vacía durante una larga temporada, la estructura de la piscina empieza a sufrir. Así, las paredes de la misma pueden empezar a mostrar grietas debido a la presión que ejerce la tierra sobre las paredes.

Si hay agua, esta presión se contrarresta y se protege la estructura. Por lo tanto, son muchos los motivos que indican que no es recomendable vaciar sistemáticamente la piscina al terminar el verano. Aunque existe una excepción en las zonas muy frías, donde hay peligro de que se congele completamente el agua de la piscina. Ya que el hielo puede hacer presión y terminar agrietando completamente las paredes de la misma. En esos casos, sí que se recomienda vaciar por completo.

Si no es recomendable vaciar la piscina en invierno, ¿qué debemos hacer?

Lo ideal es mantener la piscina con cierto volumen de agua, vaciando una pequeña parte para que no haya desbordamientos durante la temporada de lluvias de los meses siguientes y proceder con el mantenimiento de la piscina.

En este caso, la mejor opción es cubrirla con una lona para protegerla de la evaporación y de los agentes contaminantes, como suciedad, hojas, ramitas, pequeños insectos, que pueden terminar contaminando el agua.

Este proceso de mantenimiento se llama invernaje o hibernación de piscinas, y requiere una serie de pasos a seguir, como la limpieza de la piscina, la regulación del nivel de ph, la cloración y la adición del producto de invernaje.

Una vez hemos terminado todos los pasos, procederemos a cubrir la piscina con una lona para protegerla durante los meses en los que no se use. Además, debes tener en cuenta que el proceso de hibernación requiere de un mantenimiento a mitad de la temporada de invierno para evitar que proliferen algas y bacterias en el agua.

Qué ocurre si la piscina no es vaciada en los meses más fríos del año

Como hemos dicho, es recomendable no vaciar la piscina durante los meses de invierno, pero no basta sólo con dejarla llena, ya que, si no realizas ninguna labor de mantenimiento, pueden surgir otros problemas.

Entre ellos se encuentra la proliferación de algas y bacterias que se van acumulando en el agua hasta pudrirla y generar malos olores. En este caso, cuando vayas a poner en marcha la piscina para la temporada de verano, no estará lista y requerirá de un gran esfuerzo extra para ponerla a punto.

Es por ello que se recurre al invernaje, ya que, en este proceso, se limpia por completo y se regulan los niveles de cloro y de pH del agua para dejarla en reposo. De esta manera, se protege el agua de la aparición de algas o bacterias que puedan echar a perder el agua.

Además, si no la cubrimos, caerá suciedad al agua, como tierra, polvo, hojas, pequeñas ramas e incluso insectos. Esto puede contribuir al hecho de que el agua se termine corrompiendo y que no se pueda aprovechar para la siguiente temporada de baño. Por ello, se recomienda cubrir toda la superficie de la piscina con una lona que esté fabricada específicamente para la temporada de invierno.

Con todo ello, creamos las condiciones necesarias para mantener el agua en perfectas condiciones durante los meses más fríos. Así, cuando llega el verano, puedes poner en marcha la piscina sin problemas con el mínimo mantenimiento.

Debemos añadir que el hecho de no vaciar la piscina genera un ahorro medioambiental bastante grande. Ya que estamos siendo respetuosos con el medioambiente al no malgastar agua y también estamos ahorrando trabajo. Además, los productos de invernaje del agua de la piscina son bastante económicos, por lo que, sin duda, es la mejor opción para mantener el agua de una temporada a otra.

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